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José Altuve envió a los Astros a la Serie Mundial

20/10/2019

José Altuve Foto: AP

Alexander Mendoza | Prensa LVBP

Caracas.- Houston se rinde una vez más a los pies de José Altuve. El segunda base conectó un jonrón de dos carreras en el cierre del noveno inning que dejó en el terreno a los Yanquis de Nueva York, 6-4, para darle el Campeonato de la Liga Americana a los Astros y llevarlos a la Serie Mundial.

El estacazo sirvió para que el venezolano se llevara el premio al Jugador Más Valioso de la serie y siguiera acumulando logros históricos en su carrera con la organización texana.

“Tengo que decir que este es el momento número uno (en su trayectoria) porque vamos a la Serie Mundial”, aseguró Altuve, en la rueda de prensa después del sexto desafío de la Serie de Campeonato. “Pero no vamos a la Serie Mundial por mí, vamos por todos los que estamos dentro del clubhouse. En mi opinión, el jonrón de Yuli (Gurriel) fue realmente grande. Para anotar temprano en el juego contra los Yanquis, en un día de bullpen, contra unos relevistas que son muy, muy buenos. Pero me siento feliz de poder ayudar a mi equipo. Todos celebramos. No estamos pensando en el mañana hasta que llegue”.

El cubano Gurriel conectó un cuadrangular, con dos corredores en circulación en el primer capítulo, ante Chad Green que le dio una ventaja tempranera de 3-0 a los Astros, pero el encuentro llegó igualado 4-4 a la parte baja del noveno, después que D. J. LeMahieu pescara un envío del taponero mexicano Roberto Osuna, para llevarlo por encima de la pared del jardín derecho, con el colombiano Gio Urshela en la inicial por sencillo.

El batazo silenció a los más de 43 mil aficionados que llenaron todas las localidades posibles del Minute Maida Park. Pero la momentánea tensa calma pronto se transformaría en euforia. El antillano Aroldys Chapman fue llamado por el manager Aaron Boone para encargarse del montículo y tratar de enviar el partido a entradas extras. Sólo que con dos outs, George Springer negoció una base por bolas para estirar el turno hasta Altuve.

 

José Altuve conectó el jonrón 13 de su carrera en playoffs, un estacazo de 407 pies

“Ese boleto fue la clave para crear el momentum. Puso mucha presión en el otro equipo”, destacó el intermedista. “Me tocaba enfrentar a Aroldis Chapman, uno de los mejores cerradores de la liga. Nada es fácil contra él y esperaba no volver a enfrentarme a él, porque es así de bueno. Pero al mismo tiempo sólo estaba pensando en conseguir algún pitcheo que pudiera manejar. Tengo mi plan de juego. No estaba tratando de conectar un jonrón. Pensaba en darle a la bola con fuerza, llegar a base y extender el inning. Gracias a Dios, la pelota se fue del parque y ganamos el juego”.

Altuve, que ahora liga de 2-2 contra Chapman en postemporada, se convirtió en el quinto pelotero en la historia de las Series de Campeonato que despacha un vuelacercas para asegurar el título, de acuerdo con Elias Sports Bureau. El reducido grupo incluye a Chris Chambliss (1976, NYY vs. KC), Aaron Boone (2003, NYY vs. BOS), Magglio Ordóñez (2006, DET vs. OAK) y Travis Ishikawa (2014, SF vs. STL). Además, el oportuno bateador derecho es apenas el segundo jugador, junto a Bill Mazeroski (Juego 7 de la Serie Mundial de 1960), que conecta un jonrón para terminar una serie de postemporada, después que su equipo perdiera una ventaja en el marcador en el mismo tramo. En ambas ocasiones, los Yanquis fueron las víctimas.

Aunque Altuve, prefirió volver a hablar de Springer, cuando los periodistas insistieron sobre su decisivo batazo.

“Estaba muy confiado y tranquilo. Todos sabemos que Chapman tira a 100 millas por hora. Pero Georgie llegó calmado (al plato). Y como dije antes, no estaba tratando de convertirse en el héroe. Esa es la clase de cosas que hacen la diferencia, pasarle el bate al siguiente. Sólo traté de copiar su aproximación en ese turno: Estar tranquilo, buscar mi pitcheo y batear. Eso fue lo que hice”.

 

“Tengo que decir que este es el momento número uno de mi carrera”

Luego de dos rectas, a 98 y 97 mph, respectivamente, que cayeron fuera de la zona, Chapman marcó el primer strike del turno con un slider a 85 mph, que dejó pasara Altuve. Después repitió ese mismo envío, pero lo dejó colgado y el criollo lo envió a 407 pies del home, hacia el left field.

El estacazo permitió que Houston asista a su segundo Clásico de Octubre en los últimos tres años, después de disputar apenas una Serie Mundial en los primeros 55 años de la franquicia.

“Pensé muchas cosas (cuando recorría las bases). Conecté la bola bien, pero tienes que esperar que se vaya antes de comenzar a celebrar. Luego pensé vamos a la Serie Mundial. No lo sé, muchas cosas pasaron por mi cabeza”, sonrió Altuve.

“¿Qué puedo decir de Altuve? No lo sé. He dicho muchas cosas en los últimos cinco años. He estado hablando de lo grande que es este muchacho y continúa superando las 

expectativas. No es fácil desempeñarse de esa manera”, subrayó el piloto A. J. Hinch.

Altuve elevó su total de bambinazos en postemporada a 13, lo que iguala la marca histórica de los Astros con Springer y la de un venezolano, con Miguel Cabrera. Mientras que ese total es la mayor cantidad para un segunda base en los anales de las Mayores.

“Su versión de los playoff es espectacular. Se ha convertido en una estrella durante su carrera aquí, y todavía sigue siendo humilde, sigue estando hambriento. Nos empuja. Se compromete con sus compañeros. Mi opinión no ha cambiado: Todo lo bueno sobre los Astros tiene que ver con José Altuve. Es el que ha estado aquí por más tiempo y ha visto crecer a esta organización desde cero. Estoy muy orgulloso de él. Me siento afortunado de ser su manager”, abundó Hinch.

Los Yanquis, que perdieron su cuarta Serie de Campeonato seguida (lo que iguala la cadena más prolongada en la historia de MLB), por primera vez en una década (2010) no asistirán a una Serie Mundial desde que estuvieron ausentes en un período de 10 años a principios del siglo pasado (1910).

Altuve extendió a 20 sus encuentros seguidos embasándose en playoffs, un récord para Houston, que incluyó una cadena de 13 desafíos seguidos con al menos un hit, que fue interrumpida en el quinto encuentro del enfrentamiento contra Nueva York. Pero su aporte no sólo ha sido a partir de su bate. En 353 innings y 124 lances, repartidos 40 juegos de postemporada, apenas ha cometido un error y el sábado por la noche llegó a 29 encuentros seguidos sin pifiar. En ese juego inició una doble matanza espectacular que puso fin al octavo capítulo y a un intento de ataque de los Yanquis.

Antes, el right fielder, Josh Reddick, se había lanzado de cabeza para decapitar una línea de Brett Gardner en el sexto. Y en el quinto, el left fielder Michael Brantley se llevó un difícil elevado Aaron Hicks, que se sirvió para doblar a Aaron Judge en la inicial.

“Sí. Esa es una de las facetas de nuestro equipo. En ocasiones ganamos haciendo una jugada defensiva. En otras ocasiones ganamos con una base robada, con buen pitcheo o un jonrón. Lo hacemos de diferentes maneras”, apuntó Altuve. “Tenemos muy buenos jugadores que pueden hacer múltiples cosas en el terreno”.

“No es nada nuevo. Todos nos alimentamos mutuamente, nos ayudamos. Ese es nuestro plan de juego. Incluso fuera del campo”, agregó.

Los resultados respaldan a Altuve. Nadie puede dudar de sus palabras.

 

“Todos nos alimentamos mutuamente, nos ayudamos”

JUGADOR MÁS VALIOSO

El sábado, Houston eliminó por tercera ocasión a Nueva York en las últimas cinco postemporadas. Los Astros ganaron en el 2015 el partido por el comodín en el Bronx y luego derrotaron a los Yanquis en siete juegos en la Serie de Campeonato de la Liga Americana de 2017, antes de ganar el primer título en la historia de la franquicia.

En esos careos, Altuve ligó para .288 (52-15), con cuatro jonrones, 8 remolcadas y 11 anotadas, incluida su actuación de 2019 (.348/.444/.652, 2 HR, 3 CI), que valió el premio al Jugador Más Valioso.

Un año más tarde, luego de quedarse muy cerca de volver a acceder a la Serie Mundial y después de superar una cirugía en la rodilla derecha, para corregir una pequeña fractura en la rótula, lesión con la que lidió buena parte de la segunda mitad de la campaña de 2018 y los playoffs, Altuve volvió a alzar los brazos.    

“Es algo que significa mucho (ganar el JMV). No me gusta hablar del pasado. Obviamente, todos sabíamos que no estaba al 100 por ciento. Fui operado justo después del último juego”, señaló. “Este año, la recuperación, el tratamiento y todo lo que hicimos me trajeron hasta este punto en el que estaba saludable y al ciento por ciento. Le doy gracias a Dios por eso. Y, simplemente, ha sido importante para mí poder jugar al tope de mis condiciones porque siento que soy un buen jugador y puedo ayudar al equipo”.

 

 

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