Caracas.- El esperado debut en las Grandes Ligas de Gabriel Moreno, finalmente, se produjo el sábado por la tarde, poco después de ser ascendido por los Azulejos, y el novato no desentonó. Cumplió con las expectativas, tras mojarse los pies en un escenario del que se espera forme parte de su día a día, a partir de ahora.

El receptor –cuarto mejor prospecto de las Mayores y primero de Toronto, de acuerdo con MLB Pipeline- ligó de 4-1, con la única anotada en la derrota de su club 3-1 contra los Tigres de Detroit, en el Comerica Park.

Moreno, de 22 años y 117 días de nacido, se convirtió en el tercer cátcher más joven que se estrena con los Azulejos en la historia de la franquicia, según el Toronto Star. Algo notable tomando en cuenta que el promedio de edad en la posición ha oscilado entre 29 y 30 años desde mediados de la década de 1980. En 2022, se ubica en 29,1 años.  

Pero no es algo que preocupe a Toronto, tiene uno de los equipos más jóvenes y talentosos del beisbol (27 años de promedio). El mexicano Alejandro Kirk, uno de los mejores bateadores de ambas ligas desde mediados de mayo, cuenta 24 años de edad y se ha encargado del plato como titular.

Moreno –pese a ser un infielder antes de ser firmado- ha desarrollado habilidades defensivas suficientes para tener éxito arriba, aunque debe seguir desarrollándose y hacer ajustes como todo recluta.

En principio, se ganó el respecto de Kevin Gausman, a quien el venezolano recibió por primera vez y con el que no había hecho batería ni siquiera en los Entrenamientos de Primavera.

En la parte baja del cuarto inning, luego de otorgar su tercer boleto del juego, segundo para el boricua Javier Báez -algo poco frecuente para el experimentado derecho-, Moreno pidió tiempo y fue hablar con su lanzador.

“Ni siquiera sabía que venía, cuando me di la vuelta estaba allí. No sé si en su lugar, siendo un cátcher de 22 años, hubiese hecho algo así, pero es genial que se sienta cómodo con nosotros… Fue como si dijera ‘¿estás bien?’. Creo que no esperaba que diera tantas bases por bolas. Supones que un veterano haga eso, pero se trata de un chico con la suficiente confianza para hablarme. Es algo grande”, comentó Gausman, después del desafío, de acuerdo con la reseña del Toronto Star.

El tirador transitó seis entradas, en las que encajó seis hits y dos carreras, una limpia, mientras que ponchó a cuatro, además de los tres pasaportes. Utilizó 87 envíos y solo dos veces le chequeó las señas a Moreno.

Antes, apenas en el primer inning, el recién llegado mostró otras de sus cualidades: su brazo. Víctor Reyes, en la inicial por hit, salió al robo y Moreno hizo un tiro preciso para ponerlo out, pero el campocorto Bo Bichette no pudo retener la bola y fue castigado con un error, pero el barquisimetano consiguió su primera asistencia y al primer ladrón retirado en su cuenta. El tiró llegó en 1,83 segundos a la intermedia, a 81,3 millas por hora. Ambos registros por encima del promedio de las Grandes Ligas (2,0 s/73,2 mph).

“Es realmente bueno”, agregó Gausman para MLB.com. “Quiero decir, que pude escuchar el zumbido de su disparo. Eso estuvo genial”.

Antes de ser promovido, Moreno exhibía un llamativo 54% de aciertos, tras fusilar a 15 de los 28 corredores que le intentaron estafar una almohadilla.

En el noveno tramo, sacudió el primer imparable de su carrera y anotó la única rayita de los canadienses. El toletero derecho atacó el primer pitcheo que le hizo el cerrador dominicano Gregory Soto, una recta a 98,4 mph, y lo devolvió de línea al jardín central a 105,2 mph.

“Recordaré este momento por el resto de mi vida”, apuntó el bisoño grandeliga. “Definitivamente quería sacarme eso de encima. Gracias a Dios sucedió en mi último turno al bate. Realmente lo quería”.

Sus compañeros lo celebraron en el dugout y le guardaron la esférica, retirada del terreno.

“Fue emotivo llegar a las Grandes Ligas... Tenía que hacer mi trabajo, llamar el juego de manera correcta. Simplemente estaba muy feliz (durante el cotejo)”, dijo Moreno, que fue alineado octavo.

Para abrirle un lugar en el roster activo, Toronto bajó al también receptor Zack Collins. Ahora, Moreno estará detrás Kirk, que podrá desempeñarse como designado, cuando el mánager Charlie Montoyo lo descanse. Al menos mientras Danny Jansen (fractura en uno de los metacarpianos de la mano izquierda) regrese de la lista de lesionados.

Moreno, que ha actuado en las últimas dos temporadas de la LVBP con Cardenales de Lara, es el decimotercer nativo que se estrena en la Gran Carpa en lo que va de zafra. Los otros son Diego Castillo (Pittsburgh), José Azocar (San Diego), Robert Suárez (San Diego), José Herrera (Arizona), Simón Muzziotti (Filadelfia), Tommy Romero (Tampa Bay), Gabriel Arias (Cleveland), René Pinto (Tampa Bay), Juan Yépez (San Luis), Francisco Morales (Filadelfia), Anderson Espinoza (Cachorros de Chicago) y Jermaine Palacios (Mellizos).

ENCUENTRO CON SU ÍDOLO

En 2016, cuando Gabriel Moreno recibió un bono por firmar con Toronto, de apenas 25.000 dólares, tenía varios años idolatrando a Miguel Cabrera. El sábado, uno dando sus primeros pasos en las Mayores, otro pavimentando su camino al Salón de la Fama, finalmente se conocieron.

“Siempre he querido a Miggy. Es una leyenda. Cuando era más joven, me gustaba batear y, por supuesto, él era el mejor y más grande bateador que teníamos en Venezuela”, puntualizó el barquisimetano, en una conversación con Dawn Klemish, de MLB.com.

Cabrera, que el mes pasado felicitó a Juan Yépez, prospecto de los Cardenales de San Luis, por su sobresaliente actuación en su estreno en las Grandes Ligas, posó al lado de Moreno antes del compromiso sabatino y conversó con su joven compatriota.

Moreno también compartió con Harold Castro, otro de los criollos de Detroit, junto con Víctor Reyes y Eduardo Rodríguez, que se encuentra en lista de lesionados.

EL DATO

Gabriel Moreno actuó en 36 encuentros con el Buffalo Bisons, antes de ser subido a las Grandes Ligas. El cátcher y bateador derecho ligó para .324 (136-44), con ocho dobles, un jonrón, 23 remolcadas y .784 de OPS… Cuando fue reclutado por Toronto, sus habilidades con el madero eran la herramienta más avanzada del barquisimetano, que ha demostrado ser un gran bateador en Ligas Menores, al exhibir una línea ofensiva vitalicia de .311/.361/.484, con .845 de OPS en un lustro, desde 2017.